miércoles, 12 de noviembre de 2014

Más que decir sobre "gafapastas" y panolis de todo pelaje

Escuché lo de "se han pasado cien pueblos" cuando en su momento se incluyó a Cálamo en El País Semanal como una de las mejores librerías del mundo, y con ello rebosó el vaso, me tocó rebelarme en Facebook, en una entrada del 9 de enero de este año. Me reafirmo en lo dicho y que aquí vuelvo a exponer.





Más catetos que aquellos de los que reniegan ante la supuestamente discutible elección de la librería zaragozana, lo son mucho más tanto "gafapasta", "modenno ciudadano del mundo" y demás panoli pseudoprogre que hacen tristemente cotidiano el dicho de que nadie es profeta en esta tierra.

Cateto es el escritorcillo que en ese mismo semanal propone una sucursal londinense de una cadena de librerías británica, digámoslo claro, como si aquí se propusiera a Casa del libro, por la peregrina razón de que el inmueble que la alberga en Piccadilly, acogiera en su momento una tienda "divina" que desgraciadamente ya no existe.

Patético que tres escritores españoles no encuentren ni una sola librería digna de destacar en toda nuestra geografía (¿ni en Madrid siquiera?); tiene que ser el catalán el que muestre una en Barcelona, y cuando un gallego sobradamente asentado en Zaragoza lo hace con una magnífica librería de la ciudad, va demasiado lejos. Por supuesto, hay un escritor mejicano, uno colombiano y uno argentino, que recomiendan sin empacho una librería de cada uno de sus países. Aquí no, aquí para ser "guay", hay que marcharse a París a reconocer que una librería famosísima ya no merece serlo -y si no lo es, no sería más lógico haber propuesto otra librería, por ejemplo una de Cuenca-, o a Nueva York, que luce más.

Y sí, es la librería en la que presenté mi libro "Piedras que no llegan al mar", de lo cual me siento especialmente satisfecho...





 

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